Quizás uno de los mejores
conceptos sobre la justicia sea el que en su día señaló Ulpiano. Para él, la
justicia consistía en “la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo
suyo”. Por lo tanto, la justicia aparece como una actividad humana y la misma
es relacional per se, pues requiere
de otras personas para llevarla a cabo. El derecho, desde esta concepción,
sería el objeto de la justicia, es decir, “lo suyo”, lo de cada cual, lo que a
cada persona corresponde. El objetivo principal era tratar de concretar “lo
justo”. De alguna manera, se quería evitar que los derechos quedasen en manos
de teorías procedimentales y que se pudiese de manera “objetiva” señalar que
corresponde a cada cual. Sin embargo, considero que precisamente por la
finalidad que esta teoría tenía le debemos dar alguna concreción ulterior si no
queremos que quede vaciada de contenido.